Imaginó, en colaboración con el Mini Rail Nantais, club de modelismo ferroviario, una gran maqueta por la que circula un tren en el centro de un paisaje de la región del Loira. El tren se escapa entonces de la maqueta para serpentear detrás del horizonte en un paisaje imaginario formado por una docena de obras pertenecientes a las colecciones del Museo de Bellas Artes o prestadas por artistas contemporáneos para la ocasión (Dorine Bernard, Julia Gault, Arthur Gusepon, Célia Nkala y Bettina Samson).

Desde el interior del tren, una película, así como una obra sonora creada por Caroline Delhom, reflejan la experiencia fantaseada de este viaje, donde las proporciones se alteran, y donde el que observa a veces es el observado.

¿Qué sucede cuando el tren pasa “detrás del horizonte”?

Corentin Leber

En su práctica del volumen y de la instalación, Corentin Leber, nacido en 1998, trata de proponer una interpretación ambigua de la noción de observación, a medio camino entre mirar el paisaje y observar a las personas. Este trabajo le permite abordar temas que tanto le interesan como la crisis ecológica, la aceleración de las nuevas tecnologías y cierta radicalización autoritaria de nuestra sociedad. Este cuestionamiento va acompañado de la búsqueda de respuestas a los requerimientos de éxito formulados por nuestra sociedad a través de una puesta en escena del fracaso, lo disfuncional y la quiebra. Esto implica, entre otras cosas, la utilización de prácticas de aficionados y de ocio (costura, impresión 3D y modelismo), en oposición a un éxito frecuentemente sinónimo de productividad.

Una de las características reivindicadas de su obra es la cercanía con el público y la noción de grupo, que afirma, en particular, a través de diversas colaboraciones con públicos no iniciados (escolar, asociativo, apasionado, etc.) u otros artistas.