Actualmente, la hipnosis está experimentando un marcado resurgimiento del interés en la cultura científica y el imaginario popular. Pero apenas se da importancia al cometido que haya podido desempeñar en el arte.
La exposición Hypnose explora, por primera vez, una historia cultural desde el hipnotismo de Mesmer hasta la actualidad, y los estrechos vínculos que las prácticas artísticas han mantenido con la hipnosis.

Hypnose abarca todo el campo de las artes visuales y vivas: desde la pintura a la escultura, desde el cine hasta la performance, explorando de este modo el interés de artistas plásticos, músicos y bailarines por los modos de transmisión de la emoción en un estado alterado de conciencia.

La exposición se desarrolla en dos etapas:

• un recorrido histórico y artístico en el Cubo.
• haciendo eco a este recorrido, el artista Tony Oursler presenta una instalación inmersiva en la Capilla del Oratorio.

El recorrido histórico - Cubo -1

Siguiendo un recorrido cronológico, que comienza a finales del siglo XVIII y finaliza con la creación contemporánea, la exposición examina cuatro siglos durante los cuales los artistas se dedicaron gradualmente a las teorías y prácticas de la hipnosis.
El recorrido se divide en ocho secciones, cada una de las cuales destaca una amplia variedad de objetos y soportes (pinturas, grabados, fotografías, vídeos, etc.), acompañadas de proyecciones de películas (Docteur Mabuse le joueur de Fritz Lang, Anemic Cinema de Marcel Duchamp, etc.). Así, el visitante puede descubrir el verdadero Baquet de Franz Mesmer con virtudes terapéuticas, tan adulado como criticado, representaciones de las experiencias de la Salpêtrière, creaciones de Gustave Courbet, Auguste Rodin o incluso Salvador Dalí, William Wegman, Alain Séchas, Larry Miller, etc.

Instalación inmersiva de Tony Oursler - Capilla

Una instalación multimedia del artista norteamericano Tony Oursler, especialmente diseñada para esta exposición, ocupa la Capilla del Oratorio. Sainetes en vídeo, cercanos al espíritu del cine primitivo, animan un decorado poblado de múltiples objetos, esculturas y pantallas. Tony Oursler mezcla múltiples referencias visuales a la historia del hipnotismo y diferentes inquietudes contemporáneas vinculadas a las tecnologías digitales.
La instalación consta de una docena de obras en las que interactúan escultura y videoarte. En ella encontramos, por ejemplo, a Franz Mesmer y su caricatura, un burro hipnotizando a una paciente, Magnetic Tree, un árbol de cuatro metros de altura que hace referencia al árbol que Puységur había magnetizado y al que los pacientes se conectaban mediante órdenes para curarse, o una pieza que hace referencia a la beat generation y al Dreammachine de Brion Gyson, que produce un inquietante fenómeno visual que provoca relajación, como una sesión de hipnosis.
Tony Oursler, un gran virtuoso de la instalación inmersiva fantasmagórica, sumerge al espectador en una experiencia sensible y espectacular, cuestionando la atención del público, la distracción y la influencia.

Comisariado general:
Sophie Lévy, directora conservadora del Museo de artes de Nantes.

Comisariado científico:
Pascal Rousseau, profesor de la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne y de la Escuela de Bellas Artes de París, asistido por Louise Denis, historiadora del arte, y Jean-Rémi Touzet, conservador encargado de las colecciones del siglo XIX en el Museo de artes de Nantes.

Crédito:
- Joel Stein, Mouvements circulaires, 1965/2000, métal et moteur électrique, 175x123x6 cm, Galerie Xippas, Paris, © Galerie Xippas / Fréderic Lanternier

Instalación inmersiva de Tony Oursler - Capilla
- Actores: Emily Allan, Jean Brassard, Dominique Bousquet, Sarah de Burgh, Jason Scott Henderson, Leah Hennessey, David Johansen, Joy Mattar, Ruby McCollister, E.J. O'Hara, Brandon Olson, Jack Oursler, Emilie Rochefort, Samantina Zenon
- Montaje: Jack Colton
- Atrezos: Corey Riddell